"La danza no está en el paso, sino entre el paso y paso. Hacer un movimiento tras otro no es más que eso, movimientos. El cómo y por qué se liga y qué se quiere decir con ellos, eso es lo importante"
-Antonio Gades-
El baile flamenco es hijo de cuantas culturas han tenido por solar propio las tierras andaluzas y de cuantas formas de entender la danza aquí han florecido y prosperado. Es, pues, el fruto de muchos mestizajes. Un patrimonio tan impuro como bello. Sus raíces llegan hasta los albores de la civilización occidental y tiene como primeros intérpretes a las bailarinas gaditanas que cautivaron a Juvenal, Marcial y sus contemporáneos. Después, se ha ido codificando y ha terminado por alcanzar identidad propia, gracias principalmente a los andaluces y gitanos que nacieron con el don de la danza. Y de los bailes de negros que desde el siglo XV hasta bien entrado el XIX no dejaron de llegar a nuestros puertos. A los andaluces les debe la elegancia, la gracia y un punto de picardía; a los gitanos, la pasión, la garra y el temperamento; y a los negros, el descaro y la sensualidad. Como se dice en la introducción, el baile flamenco es "Una criatura que tiene brazos de andaluza, pies de gitana y caderas de negra. Porque de Andalucía aprendió a mover los brazos y a hacer filigranas con las manos. Y a tocar los palillos. De los calés, a zapatear en un palmo de tierra. Y de los negros, el zarandeo y la voluptuosidad". En este libro, se hace un recorrido histórico desde la etapa en la que comienza a gestarse lo que a mediados del XIX empezó a conocerse por "baile flamenco" hasta las últimas noticias que nos han llegado y los últimos espectáculos que hemos tenido la dicha de contemplar. Se habla de los estilos que se consideran el tronco y la esencia del baile flamenco, pero también del baile que ha encontrado en el teatro su espacio natural: del ballet flamenco y de la danza-teatro flamenca. Y se cierra con una mirada a lo que hoy sube a los escenarios y a lo que previsiblemente ocurrirá en un futuro cercano. -José Luís Navarro García-
Del Mestizaje Diálogos y Fusiones
El flamenco es, ante todo y sobre todo, música., pero con frecuencia, se describe como un arte hermético, accesible sólo para iniciados. Pero a mi juicio, es un arte mestizo, universal, que logra conectar con gente de culturas y sensibilidades musicales muy diferentes. En el flamenco siempre ha habido muchos fundamentalistas ("talibanes de lo jondo") que desde una falsa mitología de lo racial y una defensa casi patológica de la pureza, han impedido que este arte amplíe sus horizontes y evolucione. Como si temieran que esa evolución, ese diálogo con otros estilos, condujera irremediablemente a su desaparición. "Un temor absurdo, pues ni al jazz, ni al blues les has perjudicado su comercialización, su contacto con otros géneros musicales.
Del Mestizaje Diálogos y Fusiones
El flamenco es, ante todo y sobre todo, música., pero con frecuencia, se describe como un arte hermético, accesible sólo para iniciados. Pero a mi juicio, es un arte mestizo, universal, que logra conectar con gente de culturas y sensibilidades musicales muy diferentes. En el flamenco siempre ha habido muchos fundamentalistas ("talibanes de lo jondo") que desde una falsa mitología de lo racial y una defensa casi patológica de la pureza, han impedido que este arte amplíe sus horizontes y evolucione. Como si temieran que esa evolución, ese diálogo con otros estilos, condujera irremediablemente a su desaparición. "Un temor absurdo, pues ni al jazz, ni al blues les has perjudicado su comercialización, su contacto con otros géneros musicales.
Chango Farias Gomez y La Manija -precursores en incorporar sonidos flamencos en la musica popular Argentina-
Yo, por mi parte, sueño con que algún día haya una orquesta flamenca, en la que todos los violines toquen por soniquete".-Faustino Núñez, musicólogo y Presidente de la Asociación Antonio Gades-